En los últimos años, la diversidad y la inclusión en la ingeniería se han convertido en un tema central en la comunidad de ingenieros de todo el mundo.
¿Por qué la diversidad y la inclusión en la ingeniería han ganado peso con los años? Según la UNESCO, que recientemente ha publicado un informe sobre ‘Ingeniería para el desarrollo sostenible‘, hay varias razones:
- La falta actual e histórica de igualdad de oportunidades para todos.
- La escasez de habilidades impulsada por un mundo cada vez más técnico, junto con un envejecimiento demográfico de la población.
- El reconocimiento de que la innovación, los beneficios y la ingeniería mejoran con un equipo de ingenieros más diverso.
- Un creciente enfoque en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas.
Hoy en día, se está haciendo hincapié en la importancia de garantizar que los prejuicios y la discriminación no formen parte de las soluciones futuras propuestas por el mundo ingenieril.
Se están produciendo cambios significativos hacia un mundo más digitalizado impulsado por el Big Data, Machine Learning, Sistemas Autónomos e Inteligencia Artificial.
De hecho, han salido a la luz muchos ejemplos donde las decisiones se han basado en patrones algorítmicos, en gran medida inadvertidos, que han conseguido discriminar aún más a determinados grupos de población.
Las competencias que se exigen a los ingenieros están cambiando claramente a medida que evoluciona la tecnología:
Mientras que aplicaciones como la Inteligencia Artificial o el uso de la robótica están alejando a los seres humanos de las habilidades más “prácticas”, que eran sinónimos de la ingeniería en el pasado, las soft skills se consideran cada vez más como las “habilidades críticas” del futuro.
Habilidades como la resiliencia, la agilidad, la capacidad de adquirir nuevos
Jackson y Mellors-Bourne (2018)
conocimiento de manera eficiente, el trabajo en equipo y la comunicación serán tan
importantes, si no más, que los conocimientos técnicos que se exigían antes en la
ingeniería.
Este cambio en la percepción de la ingeniería exigirá un perfil distinto de ingeniero. La sociedad etiqueta menos a la ingeniería como una ocupación orientada exclusivamente al hombre y más como una profesión que requiere una amplia variedad de habilidades para garantizar el éxito a la hora de aportar soluciones para una ingeniería sostenible y al alcance de todos.
¿Cómo podemos ayudar a que el sector de la ingeniería sea más diverso e inclusivo?
La UNESCO nos propone estas recomendaciones para combatir las barreras que todavía existen: Las instituciones educativas deben promocionar y facilitar el acceso a la educación en las ingeniería para todos los estudiantes.
- Los lugares de trabajo deben tener una estrategia empresarial con objetivos y métricas para lograr la igualdad, la diversidad y la inclusión.
- Las instituciones ingenieriles deben integrar los valores de la diversidad y la inclusión en la formación.
- Mayor financiación por parte de los gobiernos en las prioridades clave.
- Las organizaciones deben identificar y abordar la discriminación, la intolerancia y las desigualdades que impiden a ciertos sectores de la sociedad obtener una igualdad de oportunidades.
- La comunidad ingenieril debe adoptar el espíritu de los ODS de “no dejar a nadie atrás” y garantizar que las soluciones tecnológicas aborden las desigualdades actuales.
