Para una mayor eficiencia, seguridad y rentabilidad económica, la tecnología podrá ayudar a mejorar la funcionalidad, construcción y mantenimiento de las carreteras. Conoce el futuro de la conservación y construcción de carreteras a continuación.
FUTURO DE LA CONSTRUCCIÓN
El futuro cada vez está más cerca, con el avance de la tecnología se modificarán la composición y la forma de utilizar las carreteras, en cuanto a velocidad y el costo de su construcción, por ejemplo.
Cuatro tendencias tecnológicas destacan en particular, porque ayudarán a hacer posible las nuevas realidades viables.
1. Carriles estrechos para vehículos autónomos. De los vehículos ligeros vendidos, se estima que para el 2035, el 15% sean completamente autónomos. Al aumentar la precisión de conducción, se eliminaría la necesidad de contar con carriles más anchos que los vehículos.
Hoy en día, se construyen carriles anchos (de 3.50 a 3.75 mts) que consideran el error humano, pero en un futuro se reduciría el tamaño del carril a 2.8 metros para que circulen tanto vehículos de pasajeros como camiones pesados.
2. Automatizar el proceso de construcción para aumentar la productividad. La mano de obra que se necesita para construir carreteras se reduciría con la automatización, que además mejoraría la productividad.
Por ejemplo, se pueden introducir múltiples datos en una representación digital del activo físico, conocida como gemelo digital, la cual crearía modelos digitales que permitirían a los contratistas visualizar todo el ciclo de vida de una carretera, optimizando su rendimiento.
También, el uso de sistemas de excavación de control de máquinas en 3D puede servir como indicador para medir el potencial de la automatización en las últimas etapas de la construcción de carreteras.
Las excavadoras equipadas con sistemas que combinan servicios de geolocalización con modelos digitales, pueden realizar excavaciones o nivelaciones hasta un 30% más rápido que las máquinas que no utilizan un sistema 3D.
3. La digitalización permitirá utilizar las carreteras de una manera más óptima. La digitalización influirá en el diseño y construcción de las carreteras, ya que pasarán de ser un medio pasivo a un sistema de medición y guía.
Se utilizarán los sensores que estén integrados en la estructura de las carreteras recién construidas así como los que se coloquen alrededor de las carreteras ya existentes para guiar a los vehículos, esto les permitirá estar más cerca unos de otros, lo que incrementará la capacidad de los carriles hasta en un 50%. Otro tipo de sensores se utilizarán para el mantenimiento predictivo.
4. Materiales más durables. Al aumentar el flujo en las carreteras, deberán ser más durables. Se construirán carreteras utilizando nuevos materiales, como el plástico en la mezcla de asfalto. Este método puede hacer que las carreteras sean hasta un 60% más resistentes que las de asfalto convencionales.
Al mejorar el flujo de proceso, se reduce el tiempo y el costo de construcción.
FUTURO DE LA CONSERVACIÓN CARRETERA
Cuando se pase de un mantenimiento reactivo a uno preventivo se podrá apoyar a los ingenieros a que se adelanten al problema, es decir, ya no se tendrá que esperar a reparar las carreteras después de que se hayan dañado, porque las carreteras se evaluarán y repararán antes de que ocurran daños que son más costosos de reparar.
A largo plazo, el mantenimiento preventivo es más económico y efectivo que el reactivo, que repara los daños después de que suceden.
Lo que ayudará a que se adopten nuevas prácticas de mantenimiento es el aumento de vehículos autónomos capaces de informar y transmitir datos a las autoridades locales en tiempo real sobre el estado de la carretera por la que circulan.
TODAVÍA QUEDA MUCHO CAMINO POR RECORRER
Como cada año aumenta la red de carreteras federales en el país, este patrimonio valioso de los mexicanos representa un reto cada vez mayor de conservación.
Tal es la importancia de la conservación y construcción de carreteras en nuestro país, que cada año se destina una cantidad para ello en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Fuentes: SCT, mcKinsey.com, newcivilengineer.com
