sábado, abril 27, 2024

En el barrio Santa María, la calle Choferes del Chaco –a lo largo de casi 10 cuadras- era conocida por permanecer inundada de residuos cloacales, casi todo el año.

Con las lluvias, el cuadro empeoraba: el líquido fétido y contaminado invadía, sin control, las casas y los patios, creando un ambiente insalubre que exponía a las familias a infecciones de todo tipo.

Los vecinos recuerdan aquellos días –convertidos en meses y años-, con la serenidad de saber, con certeza, que ya son parte de su historia.

La instalación de las tuberías para el sistema de alcantarillado sanitario, recién terminada, les ha cambiado la vida. Las obras corresponden al Programa de Saneamiento Integral de la Bahía y Área Metropolitana de Asunción, ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

La calle exhibe hoy otro aspecto. Está seca y totalmente transitable. Los tubos instalados, de 90 centímetros de diámetro, logran abastecer la demanda del servicio de desagüe cloacal de unas 300 familias que residen en sus alrededores. La precaria red anterior ya es solo una anécdota.

En San Lorenzo, las obras de alcantarillado sanitario contemplan la rehabilitación y extensión de 131 kilómetros de tuberías y la ampliación y modernización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), con una inversión total prevista de G. 156.032 millones. Beneficiarán directamente a unos 160.000 pobladores de la ciudad e, indirectamente, a todos los del Área Metropolitana de Asunción (AMA).

Con su puesta en funcionamiento, la PTAR contribuirá a reducir los niveles de contaminación del arroyo San Lorenzo y, en consecuencia, del emblemático lago Ypacarai, del cual es afluente, a través del arroyo Yuquyry.

Los trabajos están a cargo del Consorcio Sanitario San Lorenzo y son financiadas con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La empresa tiene un plazo de 30 meses para concluirlas, más 12 meses de operación.

VECINOS, AGRADECIDOS

El Profesor de Guaraní y Ciencias Sociales, Alfredo Goiburú vive en una esquina de la calle Choferes del Chaco desde hace más de 35 años. Como sus vecinos, conoce muy bien el antes y el después de la instalación del desagüe cloacal.

“Un año atrás, antes de que los trabajos se iniciaran, teníamos aguas cloacales por todos lados”, recuerda. “Golpeamos muchas puertas, pero no conseguimos nada. Hasta que vino la gente del MOPC, con el equipo Social, y así comenzó todo”.

Amante de la pesca y de la reunión con amigos –“algo que por el momento no se puede hacer”, aclara- reconoce que el cambio es de un “ciento por ciento”. Y aprovecha para agradecer a los técnicos sociales, que se ocuparon de acompañarlos durante todo el proceso de obras, acercándoles información y atendiendo sus dudas e inquietudes.

En tono de ingeniero, explica con entusiasmo que el caño instalado en su calle es de “900 milímetros de diámetro”, suficiente para abastecer la demanda del servicio de los vecinos del barrio. Y que fue colocado con “maquinarias y equipos pesados, sin que en ningún momento destruyeran la vereda ni nada; gente muy profesional, realmente. Trabajaban desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Incluso, en algunos días, cuando los tramos eran muy difíciles, seguían hasta las 11 o 12 de la noche”.

Separado y padre de una hija, Alfredo Goiburú transmite su satisfacción por los trabajos realizados hasta el momento, mientras cruza confiado la calle, hoy totalmente transitable. “Estamos contentos, con un nivel de vida superior, claramente. Felices y agradecidos de no recibir más aguas de cloaca dentro de nuestra casa, en los días de lluvia”.

Fuente: Web del MOPC

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