sábado, abril 27, 2024

La conservación de las carreteras es esencial para la movilidad de la población ya que nos permite viajar de forma segura a cualquier punto del territorio.

snow road landscape water
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Debido a la importancia que tienen las carreteras en el desarrollo de la vida de los ciudadanos de un país, su construcción siempre ha sido uno de los principales activos a los que han prestado un mayor interés los estados junto otros como las escuelas, hospitales o abastecimiento de agua.

En los últimos años se advierte un cambio de tendencia por parte de las administraciones, en el que se presta más atención a la conservación de las carreteras. Antes de invertir dinero en nuevas infraestructuras es imprescindible estudiar las condiciones de las que ya están construidas y tomar las medidas necesarias para su reparación.

En el caso de las carreteras, además, una mala situación del pavimento puede influir de forma relevante en el aumento de accidentes de tráfico. Por ello, es indispensable que desde las administraciones se realicen las labores de estudio correspondientes para comprobar el estado y aplicar las tareas de mantenimiento necesarias para solucionarlo.

Tips para una mejor conservación de carreteras

Como hemos visto anteriormente, un buen funcionamiento de la red viaria de un país es clave para su desarrollo. Por ello, os contamos algunos consejos para llevar una buena preservación de las vías:

Disponer de los recursos suficientes y constantes en el tiempo

Las labores de conservación de las carreteras deben ser periódicas para asegurar su correcto funcionamiento debido a la necesidad de garantizar la seguridad de los usuarios. Por ello, es imprescindible darle una máxima prioridad al mantenimiento de estas infraestructuras.

En consecuencia, se deben disponer de los suficientes recursos económicos para llevar a cabo estas tareas, y sobretodo que éstos sean continuos a lo largo del tiempo. De nada sirve que se invierta una gran suma de dinero para renovar el firme de una vía, si en los años posteriores no se lleva un control de su estado.

Por lo tanto, sería aconsejable que se destine en torno a un 2% del valor patrimonial de la red viaria que se quiere conservar, ya que se estima que es la inversión necesaria para la correcta conservación.

Tener una buena planificación y gestión

Como se ha indicado en el anterior punto, una vez se tiene una dotación económica suficiente para llevar a cabo las labores de conservación de carreteras, es indispensable contar con una buena planificación para realizar las tareas. En ella, se deben determinar de forma precisa los trabajos a realizar, los tiempos de ejecución y el importe de las partidas correspondientes.

Asimismo, la planificación puede ser a medio o largo plazo. Como ejemplo de gestión tenemos los planes directores, que son aquellos en los que además de la conservación se incluyen otras actuaciones y normalmente abarcan periodos de más de cinco años. Algunas de las actividades a desarrollar por estos proyectos implican:

  • Mantenimiento y ayuda a la vialidad: son labores rutinarias y se repiten todos los años, como por ejemplo los trabajos de vigilancia y limpieza.
  • Conservación periódica: se realizan cuando la vía lo requiera, como el extendido de nuevas capas de firmes.
  • Rehabilitación: conlleva la reconstrucción parcial o total del soporte estructural de los elementos. 

En consecuencia, la creación de un buen plan para llevar la gestión y la planificación de las tareas de conservación de una carretera es esencial.

Organización y esquema institucional adecuados

En cuanto a organización, es preciso que cada Administración tenga claro cuáles son sus competencias en lo que a conservación de carreteras se refiere. En España por ejemplo, nos encontramos con una estructura que va desde el Ministro de Fomento, como máximo responsable, hasta la Unidad de Carreteras Provincial.

Respecto a los contratos es imprescindible tener claro qué tipos de éstos se van a realizar. En el pasado la preservación de la red viaria la llevaba a cabo la Administración de carreteras con su propio personal y maquinaria. Pero actualmente esto no es así y se ha generalizado la contratación de empresas.

Estas compañías son empleadas para el mantenimiento de tramos, normalmente comprendidos entre 100 y 200 km, y con una duración de 4 a 6 años. Entre las tareas a realizar se incluyen la preservación ordinaria y en ocasiones la extraordinaria. Si esta última no se incluye, habría que complementarla con contratos convencionales.

Además, en los últimos tiempos han aparecido contratos concesionales de conservación que abarcan periodos de hasta 20 años y en los cuales la empresa es la encargada de llevar a cabo todo el mantenimiento que se requiera en el periodo establecido.

Por último, se debe poner al frente de estos contratos a un profesional que esté especializado en conservación de carreteras. En España, estos ingenieros son conocidos como Jefes COEX.

En conclusión, la preservación de la red viaria de un país es algo fundamental y en lo que se tendrán que centrar las administraciones para garantizar la seguridad de sus usuarios

Fuente web de structuralia.com

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