domingo, abril 28, 2024

Las carreteras pavimentadas con hormigón podrían “avisar” cuándo necesitan reparaciones y podrían “autorepararse”, según una investigación.

Investigadores de la Universidad de Purdue (Estados Unidos) están desarrollando una tecnología que permitiría que los puentes y carreteras pavimentados con hormigón revelen con mayor precisión cuándo necesitan reparaciones y que vengan equipados con materiales que respondan a los daños potenciales.

Inteligencia artificial para mejorar el uso de las carreteras

«Estamos viendo cómo podemos abordar los problemas en las infraestructuras utilizando materiales y sensores que aprovechen la inteligencia artificial y el ‘big data’”, explica Luna Lu, profesora asociada en la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Purdue. «La idea es hacer que la infraestructura sea adaptable, sostenible y resistente».

A través de sensores en asfalto se pretende tener una mejor idea de cuándo el hormigón que se estrena en una carretera está listo para asumir el tráfico pesado, por ejemplo. Además, podría prevenir las grietas causadas por la reapertura de las carreteras demasiado pronto.

La inteligencia artificial también es clave en este proceso. Así lo explican desde la universidad estadounidense con un ejemplo: “el pensamiento convencional es añadir carriles adicionales, pero la inteligencia artificial y el big data podrían identificar un carril subutilizado y cambiar el tráfico en esa dirección. Estamos desarrollando una tecnología que permitirá un mejor control del tráfico sin añadir carriles adicionales”.

El objetivo, según expresan los investigadores, es obtener muchos más datos, a través de la proliferación de sensores en el pavimento, para identificar la mejor forma de hacer la infraestructura más segura y resistente. “Podemos desarrollar algoritmos que mapeen las vulnerabilidades de la infraestructura en el futuro», señala Lu.

Simultáneamente, el laboratorio de Lu está investigando diferentes tipos de materiales altamente porosos, parecidos a la arena, llamados «agentes de curado interno» para mezclar en el hormigón. Cuando el hormigón se agrieta, los agentes de curado absorben agua y la introducen en reacciones químicas. Estas reacciones producen sustancias sólidas que sellan la grieta, «curando» el hormigón. El proceso de curación también evita que el agua se filtre en el hormigón y corroa el acero o las barras de refuerzo. «Usando estos materiales autocurativos, podemos hacer que la infraestructura se adapte a los cambios de temperatura», añade Lu.

Fuente web de autocasion.com

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