domingo, abril 28, 2024

La construcción se está recuperando lentamente después de la crisis inmobiliaria. Sin embargo, la crisis no solo ha transformado un sector clave en la economía como es el de la construcción; los avances tecnológicos están irrumpiendo con fuerza en muchos sectores y la construcción no es ajena a esta revolución. En los próximos años algunos de los profesionales de la construcción con menos cualificación serán sustituidos por tecnología. Los robots pueden ser los obreros de la construcción de un futuro cada vez más cercano.

El principal reto de la robotización de la construcción sigue siendo la integración de la robótica desde el entorno controlado de una fábrica hasta un entorno cambiante como es el de las actividades de construcción. El potencial del robot es su capacidad de llevar a cabo trabajos más allá de la mera operación manual, pero también más allá de la repetición industrial y de su control directo mediante datos digitales. Los robots son cada vez más autónomos y pueden ejecutar más funciones y tareas, por lo que se reduce el tiempo de espera para que se puedan utilizar en la construcción.

En un primer momento, la supervisión de los profesionales y su interacción con los robots en la construcción serán indispensables. La dificultad de los robots para guiarse en entornos complejos requerirá, al principio, una importante intervención humana. No obstante, la tendencia es a que los trabajadores menos cualificados sean sustituidos por robots, mientras que los trabajadores de mayor cualificación colaborarán con estos últimos.

La rapidez y la precisión de un robot pueden aumentar notablemente la productividad en una obra. El reto es, sin duda, la capacidad de programarlo para realizar las tareas adecuadas de forma eficiente. Además del beneficio en el ámbito de la productividad también se reducirá la siniestralidad de los trabajadores, al realizar los robots parte de los trabajos que entrañen más riesgos laborales.

La robótica puede transformar completamente la construcción tal como la entendemos hoy en día. El impacto de la tecnología en la construcción puede influir no solo en los procesos de trabajo, sino también en la arquitectura, la ingeniería y la creatividad en el diseño de nuevos entornos.

Un buen ejemplo de los actuales robots que ya están en pruebas piloto, en el ámbito de la construcción…

Los avances en robótica aplicados a la construcción se unen a la creciente presencia de impresoras 3D. La impresión 3D tiene cada vez más aplicaciones en la construcción, como recoge el siguiente vídeo:

El gran reto es que los robots no reemplacen la capacidad humana y que ayuden a mejorar la arquitectura, la estética, la productividad, el diseño, la seguridad y la calidad de vida de los profesionales de la construcción.

Fuente: elblogdelaingenieria.com

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