sábado, mayo 11, 2024

Cada vez son más los conductores que deciden cambiar de coche y unirse al movimiento automovilístico eléctrico. Los vehículos de cero emisiones despiertan más interés gracias a que son menos perjudiciales para el medio ambiente, y que cada vez cuentan con más infraestructuras. A la hora de comprar un coche de estas características uno de los factores que hay que tener en cuenta es su autonomía. En otras palabras, la distancia que puede recorrer el coche sin recargar la batería. 

coche eléctrico

¿Cada cuánto tiempo hay que cargar el coche? ¿Se puede viajar con él? ¿Existe una infraestructura pública de recarga para poder cargar mi coche? Seguramente estas sean algunas de las dudas que te surjan al decidir si comprar o no un coche eléctrico. 

Afortunadamente, en los últimos años las empresas fabricantes de automóviles han invertido mucho tiempo y dinero en mejorar la autonomía de los coches eléctricos, y así abordar una de las principales barreras para su adquisición. Gracias a esto, los vehículos son capaces de cubrir los desplazamientos diarios sin ningún tipo de inconveniente y sin necesidad de parar a recargar la batería. 

Además Iberdrola, con el fin de promover el despliegue de la movilidad eléctrica sostenible en España, ha conseguido cerrar varios acuerdos de colaboración con varias compañías de fabricación de automóviles, como: Mercedes-Benz, Volvo Cars España, Mazda Automóviles España, SEAT o Volkswagen Group España Distribución, con el objetivo de fomentar la creación de una red pública de puntos de recarga en España para el vehículo eléctrico, ofrecer soluciones de recarga eléctrica y potenciar el uso de energías renovables. 

Volviendo a las características actuales de los coches eléctricos, casi todos tienen una autonomía superior a los 200 km; y con la carga lenta, que es la que se suele disponer en casa, tarda aproximadamente entre 5 y 8 horas en cargar. Aun así, seguro que una de las preguntas que te vienen a la mente es cómo saber cuál es la autonomía real de un coche eléctrico. 

A continuación te explicamos cómo diferenciar entre la autonomía homologada y la real, y qué elementos influyen en esta última. 

Autonomía real vs autonomía homologada

Cuando hablamos de la autonomía de un coche nos referimos a cuánto gasta al desplazarse, es decir, a su consumo. Como ocurre con los coches convencionales, esta autonomía puede variar mucho de un modelo de coche a otro, y está muy relacionado con las prestaciones con las que cuente el vehículo. 

Para limitar este abanico de posibilidades, se decidió crear el sistema de autonomía homologada, en el que se trata de fijar una clasificación de los coches dependiendo de su autonomía. Tienes que tener en cuenta que esta clasificación no es igual en todos los países, y que cada región tiene su propio sistema de homologación. 

El sistema de homologación actual que se utiliza en la Unión Europea es “World-wide harmonized Light duty Testing Procedure” (WLTP), que entró en vigor el 1 de septiembre de 2018. Anteriormente se tenía en cuenta el ciclo de homologación “New European Driving Cycle” (NEDC). No obstante, con el fin de diseñar un sistema de ensayo que pudiera determinar con mayor precisión las cifras de emisiones y consumos de los vehículos, se creó el WLTP. éste emplea un ciclo más exigente que su predecesor, con unas condiciones de ensayo y de cálculo de los valores oficiales más estrictas.

Lo cierto es que esta autonomía homologada no es la real, ya que al final estos “ciclos de pruebas” que realizan las marcas de coches están en unas condiciones específicas, que no siempre son las que experimentan los conductores cuando circulan con su vehículo eléctrico. A continuación te contamos de qué elementos depende que la autonomía real de tu coche eléctrico sea mejor o peor.

¿Qué elementos influyen en la autonomía de un coche eléctrico?

Hay varios aspectos a tener en cuenta en la autonomía de tu coche eléctrico. Algunos de éstos dependen del modelo del coche: como son el peso, el tamaño de la batería o la especificación del motor; y otros que dependen más de la situación particular como el estilo de conducción o el clima. La mayoría de los coches eléctricos tienen la opción de maximizar su autonomía como, por ejemplo, ajustando el nivel de frenado regenerativo con las palancas situadas al volante. Su autonomía puede variar dependiendo de los siguientes elementos:

Estilo de conducción

Dependiendo de cómo conduzcas tu coche eléctrico va a influir más o menos en el consumo del mismo. La clave para aprovechar al máximo la autonomía de tu coche, y de esta manera poder recorrer la mayor cantidad de kilómetros posible, es conducir de manera eficiente y respetando siempre los límites de velocidad. Si conduces con precaución y anticipándote a los acontecimientos, sin necesidad de acelerar o frenar con brusquedad, vas a aprovechar más y mejor la eficiencia de tu coche eléctrico. Lograrás estirar su autonomía, además de que la conducción será mucho más segura.

Cuanto más rápido y brusco conduzcas, más potencia usarás y por lo tanto más energía de batería consumirá tu coche eléctrico. 

El terreno

El terreno por el que circulamos con nuestro coche eléctrico influye directamente en la autonomía de este, ya que dependiendo de cómo sea el camino que cojamos, nuestro vehículo tendrá que hacer un esfuerzo mayor o menor. 

No es lo mismo conducir por una carretera secundaria de tierra donde cualquier obstáculo, como la misma tierra o piedras, va a demandar más esfuerzo y potencia; que circular por una carretera asfaltada y en buen estado. Este sobre esfuerzo también ocurre cuando circulas por carreteras de montaña donde las curvas, el tipo de terreno y las pendientes pronunciadas, hacen que tu vehículo eléctrico consuma más energía. 

El Clima

La meteorología es otro de los elementos que influye sobre la eficacia de tu coche en la conversión de la electricidad de sus baterías. El clima influye directamente en ella, ya que el funcionamiento óptimo de los acumuladores de energía se da a una temperatura entre 20 y 40 grados centígrados. 

En lugares de temperaturas muy bajas o con inviernos largos es más complicado estirar la autonomía de tu coche eléctrico, y por lo tanto, el tiempo entre carga y carga es más corto. Esto ocurre porque cuando hace frío, y el coche pone en funcionamiento más accesorios del mismo como: la calefacción, la electricidad, los limpiaparabrisas, la luna térmica… Además de que en situaciones de mucho frío o calor, el coche utilizará los sistemas adecuados para mantener la batería a una temperatura óptima. En el caso contrario, utilizaremos el aire acondicionado que también consume energía. 

Fuente: web de Iberdrola.com

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