domingo, mayo 12, 2024

La metodología es una herramienta computacional programada en Microsoft Excel de fácil uso y permite el análisis de hasta cien tipos de buses con diferentes tamaño de baterías.

Como resultado de las políticas nacionales que impulsan la transición hacia una mayor participación de las energías renovables en la matriz energética nacional, se espera que en los próximos años se produzca una mayor electrificación en el transporte y por ende un aumento en la demanda eléctrica.

Con base al Plan de Descarbonización, Costa Rica tiene como objetivo lograr que en el año 2035 el 30% de la flota de buses sea eléctrica y al 2050 el 85% de flota sea de cero emisiones con una alta participación de unidades eléctricas.

Ante la posible llegada de los buses eléctricos en el transporte urbano, es necesario reflexionar sobre los nuevos patrones de carga y los impactos en la red eléctrica de distribución. Con base a este panorama, el Ministerio de Ambiente y Energía por medio de la Secretaría de Planificación del Subsector de Energía (SEPSE) y la Cooperación alemana para el desarrollo -GIZ- bajo el programa MiTransporte han venido trabajando junto a la Universidad de Costa Rica para abordar diversas aristas relacionadas con el transporte eléctrico.

Recientemente se publicó un estudio el cual estaba orientado en el análisis del impacto en las redes eléctricas ante la entrada de buses eléctricos. Dicho documento, elaborado por la Universidad de Costa Rica, abarca diferentes aspectos clave relacionados con la estimación del número de cargadores a instalar en los planteles de las empresas autobuseras, la evaluación del impacto de buses eléctricos sobre la red de distribución eléctrica y la gestión de recarga de buses eléctricos en el plantel.

“El uso de vehículos eléctricos en el país incorpora nuevos retos, entre ellos su potencial incidencia en las redes de distribución eléctricas, por eso desde el MINAE hemos buscado sustentar la toma de decisiones basándonos en estudios técnicos elaborados por especialistas, que además incluyan la generación de conocimiento y herramientas técnicas necesarias para que las empresas eléctricas y autobuseras cuenten con los insumos que les permitan asumir el reto del transporte eléctrico ”, manifestó el Viceministro de Energía Rolando Castro.

El mismo aporta una herramienta clave para las empresas autobuseras, dirigido a la definición del número óptimo de puntos de recarga necesarios en sus planteles en función del número de unidades de buses de cada operador. Para este estudio se utiliza una metodología computacional programada en Microsoft Excel, la cual es fácil de usar y permite el análisis de hasta cien tipos de buses.

Con respecto a la gestión de las empresas eléctricas, se proyecta una herramienta que permita estudiar el impacto de los buses eléctricos en los circuitos eléctricos de distribución. Además, propone esquemas de gestión de la recarga de las  baterías orientados a minimizar los posibles impactos de los buses eléctricos en estos sistemas.

Asimismo, el estudio llevó ejecutó un taller virtual dirigido a empresas eléctricas y otro a operadores de rutas de buses. Los talleres son parte del trabajo conjunto que se desarrolló con los especialistas del Laboratorio de Investigación en Potencia y Energía (EPERLab) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la UCR.

“Desde GIZ impulsamos la electrificación del transporte, para lo cual hemos venido trabajando con SEPSE y la UCR en este estudio que nos permite estimar el impacto de la introducción de buses eléctricos a las redes eléctricas en el país, así como brindar herramientas, a distribuidoras para que puedan modelar el impacto y diseñar planes de acción si fuera necesario”, comentó Claus Kruse, director del proyecto MiTransporte de la Cooperación alemana – GIZ.

Fuente: web de revista construir.com escrito por Malka Melker

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