Las barreras acústicas en los Países Bajos no solo servirán para reducir los niveles de ruido. De hecho, permitirán producir energía limpia. Tras la ruta ciclista récord que produce energía limpia, Holanda también sigue esta nueva ruta, iniciando las pruebas de barreras acústicas fotovoltaicas
Las barreras acústicas en los Países Bajos no solo servirán para reducir los niveles de ruido . De hecho, permitirán producir energía limpia . Tras la ruta ciclista récord que produce energía limpia , Holanda también sigue esta nueva ruta, iniciando las pruebas de barreras acústicas fotovoltaicas.
No faltan oportunidades para que el país encuentre una solución para obtener energía eléctrica. Si bien la noticia del carril bici había dado la vuelta al mundo recientemente, el último hallazgo proviene de la Universidad Tecnológica de Eindhoven. Aquí, los investigadores encontraron una solución para hacer de las barreras una parte igualmente interesante del paisaje, así como una nueva fuente de energía limpia.
De hecho, esta mezcla de colores contiene concentradores solares luminiscentes (LSC), desarrollados por el investigador Michael Debije. Estos sistemas reciben la luz y la envían a los costados de los paneles donde se ubican las tradicionales celdas fotovoltaicas , que aprovechan la luz solar para producir electricidad.
En los últimos días se ha puesto en marcha un proyecto de prueba que tendrá una duración de un año con dos barreras acústicas, de 5 metros de largo y 4,5 metros de alto, en parte cubiertas por concentradores y en parte por paneles semitransparentes donde se ubican las células solares.
De esta forma, también será posible comparar el funcionamiento y rendimiento de las dos tecnologías. El objetivo de las pruebas es, de hecho , evaluar la viabilidad económica y técnica de estas barreras fonoabsorbentes , instaladas cerca de la autopista A2 en Den Bosch.
Los primeros resultados de la investigación revelaron que un kilómetro de barreras acústicas puede generar suficiente electricidad para satisfacer las necesidades de 50 familias.
“GRACIAS A SUS MUCHOS COLORES, LOS LSC SON VISUALMENTE MUY ATRACTIVOS, LO QUE LOS HACE IDEALES PARA SU USO EN MUCHAS SITUACIONES DIFERENTES”, explica Debije del Departamento de Ingeniería Química y Química, que ha estado trabajando en estos paneles durante años.
Según Debije, otras ventajas incluyen el bajo costo de construcción, la posibilidad de elegir cualquier color, la robustez y la capacidad de producir energía incluso cuando el cielo está nublado.
Escrito por Francesca Mancuso
Fuente web de greenme.it
