sábado, mayo 11, 2024

Según Montserrat Mendoza la movilidad se conceptualiza en los desplazamientos origen – destino que tienen lugar en las ciudades y zonas urbanas, ya sea por medios de transporte motorizados o no motorizados, particulares o colectivos, de acuerdo con los modos de transporte que una persona puede utilizar para trasladarse de un lugar a otro.

La problemática de la movilidad urbana en las ciudades no es un factor de reciente aparición. Fue introducida entre las discusiones de los expertos, por primera vez, en la década de los sesenta como parte de un conjunto conceptual denominado “sostenibilidad”. Sin embargo, nunca había sido considerada de tan vital importancia como hasta ahora.

Las ciudades en América Latina concentran casi el 80% de la población de sus países y el sistema de transporte se convierte en un elemento central en las dinámicas de desarrollo de las ciudades. En la actualidad, la agenda de los gobiernos municipales latinoamericanos es, en esencia, una agenda de desarrollo urbano. Si, ampliamente, la mayoría de la población de la región vive en centros urbanos y, se llegará a cerca del 90% en las próximas décadas, los esfuerzos para afrontar una mayor inclusión social y luchar contra la pobreza se concentran en atender las poblaciones residentes en las grandes ciudades. La movilidad urbana es entonces un factor determinante tanto para la productividad económica del territorio como para la calidad de vida de sus ciudadanos y el acceso a servicios básicos de salud y educación.

Durante mucho tiempo las acciones para mejorar las condiciones de movilidad se han enfocado en incrementar la velocidad de los traslados, principalmente a través del aumento de la capacidad vial, pero se ha demostrado que esas intervenciones sólo promueven un incremento en el parque vehicular y, por lo tanto, generan nueva demanda. Estudios realizados por Naciones Unidas explican que el efecto de este tipo de acciones, tienen una duración aproximada de seis meses.

En los modelos de movilidad actual, se destina mayor cantidad de espacio público para el automóvil, y no para las personas como actores principales de las ciudades; lo que ha llevado a un modelo de ciudad y de movilidad insostenible. Se está inmerso en un círculo vicioso donde mientras crece el número de vehículos en la ciudad, más se saturan las calles y avenidas; entonces se aumenta la capacidad vial construyendo más calles, avenidas, puentes, bajo niveles, etc.; y como resultado se propician nuevos usuarios del automóvil y nueva saturación vial.

¿Qué se puede hacer? Montserrat Mendoza explica que lo primero es reconocer que el automóvil no debe ser un habitante más en las ciudades, sino un modo de transporte al que se debe limitar el espacio que ocupa. Los modos no motorizados como la movilidad peatonal y en bicicleta, así como el transporte público, son más sustentables y mucho más eficientes para optimizar la capacidad actual de la infraestructura vial, logrando transportar al mismo número de personas ocupando menos espacio para ello.

La idea es defender una ciudad diseñada para las personas, con mejor infraestructura peatonal y accesible a todos; con la implementación de infraestructura para ciclistas segura y conectada; con mejores condiciones y eficiencia del transporte público, en un ambiente sostenible y con espacios públicos de calidad.

La ciudad de peatones y ciclistas 
Los traslados que no son realizados con la ayuda de un motor, como lo son los traslados a pie y en bicicleta, además de ser más saludables, ayudan a mejorar la calidad del ambiente, reducir accidentes viales, ser más equitativos por su bajísimo costo, e impulsan una dinámica urbana mucho más social y una ciudad mucho más vivible. Para hacer ciudad, hay que hacer ciudadanía, y ésta se forma en el espacio que es público. 

Por otro lado, más personas en las calles generan más percepción de seguridad. Existe una teoría que explica que “los ojos en la calle” son claves para una ciudad más dinámica y segura. Cuando en una calle es transitada por personas de a pie o en bicicleta, interactúan con el contexto que las rodea.

A diferencia de las personas que van en automóvil, las que caminan o utilizan bicicleta, van más atentas y son visualmente partícipes de todo aquello que sucede a su alrededor. Cuando hay personas, la calle se percibe más segura y esto atrae a más personas.

Un tema recurrente por la no aceptación por los comerciantes de las ciudades, es la peatonalización o prioridad peatonal de las zonas comerciales; actuación urbana que suelen encarar los gobiernos municipales. Los comerciantes sostienen que impedir el paso de los automóviles trae menos clientes a la zona o centro comercial, cuando todas las experiencias bien llevadas a cabo, demuestran lo contrario. Las calles con buena concentración de capacidad económica son atractivas para las personas; una sensación de fácil accesibilidad, con atractivos, sin obstáculos ni atascos genera mayores flujos de movilidad peatonal. Numerosas ciudades del mundo pueden dar testimonio de esta situación.

En los últimos años han prosperado los sistemas de transporte público con bicicletas, los que, mediante equipamiento urbano, se alquilan o prestan de modo gratuito a las personas, con el propósito de prestar un servicio de movilidad rápido, práctico y sustentable. La primera generación de sistemas de este tipo nació en la ciudad de Amsterdam en la década del sesenta, las que se dejaban por toda la ciudad para el uso gratuito de las personas.

Hace unos diez a quince años atrás el sistema de bicicletas públicas cambió y aparecieron entidades o municipios a cargo del mantenimiento y control de las mismas. En el año 2013 se hablaba de la existencia de sistemas de bicicletas públicas en más de 500 ciudades. Actualmente, los sistemas de bicicletas públicas cuentan con sistemas de operación más sofisticados, con más control de los usuarios, forma de pago, tiempo de uso, tiempo de viaje, mantenimiento y disponibilidad en cada estación. Además, se les han agregado softwares que permiten generar información sobre patrones de uso para una mejor toma de decisiones sobre el sistema, su uso, accesibilidad, disponibilidad, impacto, etc.

El uso de estos sistemas de bicicletas públicas aporta muchos beneficios hoy a las personas que viven en las ciudades y los gobiernos que las administran:
• Tiempos de implementación y costos menores a cualquier otro sistema de transporte público.
• Costo muy bajo para los usuarios y uso limitado en tiempo, lo que permite disponibilidad y rotación.
• Multimodalidad de transporte en la ciudad, combinado con transporte público, auto y caminar.
• Mejor cobertura de viajes sustentables, se puede llegar a lugares en que el transporte público no llega o el servicio es deficiente, y hay tramos largos para caminar.

Aún hay varios obstáculos que superar para que estos sistemas funcionen mejor. Además de los problemas de vandalismo y falta de cuidado de las bicicletas, la problemática más importante se relaciona con la infraestructura disponible en la ciudad para poder circular. El diseño de estos sistemas debe incorporar los criterios de comodidad, legibilidad y seguridad. Trabajar en la cultura vial de los ciudadanos es otra premisa, fomentando la actitud de respeto y cordialidad en la vía pública.

Las motocicletas en el escenario actual del tránsito en las ciudades 
El parque de motocicletas en las zonas urbanas ha crecido vertiginosamente en los últimos 15 años. Municipios grandes, medianos y pequeños están incluidos en este escenario donde la motocicleta es un medio de transporte muy importante por la cantidad, pero su uso extensivo no está debidamente regulado, lo que es factor de muchos accidentes.

La demanda creciente de moto vehículos está asociada a distintas variables que se vinculan con el uso de este tipo de vehículos:
• Transporte de uso particular, muchas veces como sustituto del transporte público.
• Esparcimiento.
• Servicios de distribución de mercaderías y mensajería.

Dado los múltiples usos de un medio de transporte que se tornó masivo, resulta prioritario establecer medidas claras, no para regular su uso en sí, sino para alentar su buen uso y reducir los índices de accidentes, entendiendo los aspectos focales de la actividad sin descuidar la perspectiva global en materia de seguridad vial y partiendo del punto que es necesario considerar las motos como las nuevas protagonistas de la vía pública a nivel nacional, provincial y local, desde las grandes ciudades hasta en el más pequeño de los municipios.

El Dr. Ricardo Montezuma, Director de la Fundación Ciudad Humana de Colombia, agrega que el ciclomotor se revaloró como una verdadera alternativa de movilidad, debido a atributos como la accesibilidad, la flexibilidad, la agilidad en el recorrido, la facilidad de estacionamiento y su bajo consumo de combustible. Del lado de la oferta, la diversificación en los modelos, la reducción de precios de venta, las amplias modalidades de financiamiento y buen servicio post-venta se conjugan con aspiraciones de los demandantes.

El punto más débil del tránsito en motocicletas es su índice de accidentes de tránsito con víctimas graves o fatales, lo que lleva a diseñar políticas concretas municipales ya que representa un importante problema de salud pública. La principal causa de muerte en los accidentes en motocicletas es la falta de casco, ya que su uso no se cumple plenamente en muchos lugares del país.

El transporte público sostenible
La tendencia mundial indica que aún existe una preferencia del uso del automóvil particular por sobre otro medio de transporte. Se calcula que en muy pocos años los niveles de contaminación en las ciudades serán preocupantes en materia de salud pública. En las grandes ciudades, o en aquellas que las distancias son largas, el caminar o desplazarse en bicicleta es poco viable. Los sistemas colectivos de transporte, sean ómnibus, trenes, tranvías, subtes o metros, son imprescindibles para un transporte eficiente, económico y ambientalmente sustentable.
Los beneficios para las personas de un sistema de transporte público eficiente son muchos:
• Menor costo para el ciudadano.
• Mayor seguridad vial.
• Mejor salud, ya que el tomar transporte público implica desplazarse caminando entre uno y otro, o hacia el lugar de destino.
• Menores tiempo de traslado.
• Más interacción con otros ciudadanos.
Además de una vital concientización social que impulse entre los ciudadanos el uso de bicicletas o del auto compartido, también es muy importante la inversión en el desarrollo de proyectos que potencien la movilidad sostenible en el transporte público. ¿Pero en qué consiste exactamente la sostenibilidad en el ámbito de la movilidad?

El concepto de sostenibilidad, aplicado a la movilidad urbana, consiste en crear una red de transporte público que se sustente en tres pilares:
• Calidad de vida de los ciudadanos.
• Promoción del desarrollo económico.
• Preservación del ambiente.

Para lograr ciudades sostenibles, el transporte público debe tener preferencia sobre el automóvil. Con cada vehículo particular que se agrega a las calles aumenta la congestión vehicular, el tiempo de traslado de bienes y personas, el consumo de combustible y la contaminación; todo ello en menoscabo de la competitividad de la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes. Por otro lado, el automóvil usa el suelo urbano de manera poco eficiente: al estar estacionado 95% del tiempo, un auto puede ocupar el mismo o más espacio que la oficina de su conductor. En contraposición, el transporte público está en funcionamiento durante la mayor parte del día y utiliza hasta 50 veces menos espacio vial por pasajero transportado.

Por tanto, es necesario emprender medidas para que los ciudadanos opten por dejar sus autos en casa, lo cual es posible a través de mejoras en los tiempos de traslado, la confiabilidad, la seguridad y la cobertura de la red de transporte público. Un sistema de transporte público atractivo y conveniente puede competir contra las opciones privadas de transporte.

Las opciones de transporte público, tanto motorizado como no motorizado, necesitan serdiversificadas de acuerdo a los estudios de demanda a nivel local. Es preciso fortalecer las rutas de alimentación – aquellas que conectan los lugares más apartados con los principales corredores urbanos – a través de ciclovías y vías peatonales más seguras, trenes ligeros, autobuses en carriles confinados que complementen la infraestructura existente y conecten la corona de las ciudades con el centro. Es necesario facilitar y agilizar los cambios modales, para lo cual se recomienda el uso de estacionamientos accesibles donde se puedan cambiar los vehículos particulares por otros medios de transporte. Asimismo, todas las opciones motorizadas es importante que incorporen tecnologías limpias con combustibles limpios.

Un reto fundamental del sector es integrar esta diversidad de medios de transporte a través de tarifas y sistemas de prepago únicos, así como introducir rutas con horarios preestablecidos de paradas y arribos. De esta manera, los trasbordos serán más rápidos, confiables y cómodos para el usuario. Una vez que se hayan planeado integralmente la renovación y ampliación de las redes públicas de movilidad urbana, tendrá sentido priorizar el uso de las vías públicas para acomodar al transporte colectivo, aún cuando ello implique sacrificar algo del espacio conferido a los automóviles.

Las propuestas anteriores sólo serán viables si se aplican instrumentos económicos, los cuales deben tener un doble propósito: ser una fuente predecible de financiamiento y contribuir a desincentivar el uso del automóvil particular. En este sentido, los instrumentos más efectivos son las tarifas sobre los combustibles, los cargos por el uso de vialidades urbanas, el uso de parquímetros, las multas a vehículos ostensiblemente contaminantes y las tarifas de estacionamientos públicos en zonas de alta congestión vehicular.

El plan de movilidad urbana sostenible
El plan de movilidad urbana sostenible es un plan basado en prácticas de planificación existentes y que tiene en cuenta los principios de integración, participación y evaluación para satisfacer las necesidades de movilidad de las personas, hoy y mañana, para una mayor calidad de vida en las ciudades y sus alrededores.

Un plan de movilidad urbana sostenible debe tener como objetivos crear un sistema de transporte urbano a partir de:
• Garantizar la accesibilidad para todos al lugar trabajo, a los servicios (salud y educación) y a las zonas económicas y otras de interés.
• Mejorar la seguridad.
• Reducir la contaminación, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía.
• Aumentar la eficiencia y la efectividad del costo del transporte de pasajeros y mercancías.
• Hacer más atractivo y mejorar la calidad del entorno urbano.

El alcance de un plan de movilidad urbana sostenible tiene que abarcar todos los modos y formas de transporte de toda la aglomeración urbana, incluyendo desplazamientos y estacionamientos públicos y privados, de pasajeros y mercaderías, motorizados y no motorizados.
El plan de movilidad urbana sostenible es un medio para afrontar de manera eficaz, problemas relacionados con el transporte en áreas urbanas, basado en prácticas existentes y en marcos regulatorios, que integra:
• Una estrategia participativa, que involucre a los ciudadanos, a los actores predominantes y a los líderes de opinión.
• Un compromiso con la sostenibilidad, que desarrolle los principios acordados de sostenibilidad y movilidad e incorpore criterios sociales, económicos, medioambientales y político institucionales.
• Un enfoque integrado, entre las diferentes áreas de gobierno; y entre diferentes gobiernos si se trata de zonas metropolitanas, y actores partícipes del tema.
• Una visión clara con objetivos cuantificados y mensurables, que incorpore el largo plazo, ya que las inversiones a realizar son importantes, y cuantifique los resultados concretos a alcanzar. Debe cubrir todos los modos y formas de transporte: público y privado, pasajeros y mercancías, motorizado o no motorizado, en movimiento o estacionado.
• Un análisis de los costos y beneficios del transporte, ya que los recursos necesarios son siempre importantes y los presupuestos limitados. Es crucial el mayor impacto posible en términos de ciudadanos de los recursos invertidos.

Propuestas de movilidad de algunas ciudades del mundo

Málaga, España
El proyecto Victoria (Vehicle Initiative Consortium for Transport Operation and Road Inductive Applications), implementado en Málaga en 2013, es una iniciativa pionera en España, que forma parte del plan municipal de convertir esta ciudad andaluza en una smart city. El objetivo: utilizar un autobús eléctrico que cubra el recorrido de la línea 16 de autobuses, la cual atraviesa la ciudad en paralelo a la costa. Lo más innovador de este prototipo de movilidad sostenible es que cuenta con un sistema de carga triple. Es decir, por las noches se recarga de manera convencional, y a lo largo del día lo hace mediante dos sistemas: un carril de recarga inductiva dinámica, que permite al vehículo recargarse en movimiento y sin necesidad de utilizar cables, y una estación de recarga inductiva estática (donde se realizan recargas parciales).

El primero de ambos es, sin duda, el aspecto más innovador de este proyecto: poder recargar un vehículo eléctrico mientras se mueve es todo un avance en el campo de la movilidad urbana sostenible. Se trata de un carril bus que cuenta, en diferentes tramos del trayecto, con bobinas conectadas a la red eléctrica. Estas se encuentran aisladas del exterior gracias a unas carcasas estancas fabricadas con hormigón. El sistema de triple carga ha conseguido que la autonomía de este autobús le permita recorrer hasta diez kilómetros, lo cual amplía de manera considerable la de los vehículos que solamente son recargados en las cocheras. Además, esta tecnología podrá servir como punto de partida para la llegada de nuevas innovaciones que impulsen la electrificación del transporte público en las ciudades.

Santa Fe, Argentina
Una de las principales preocupaciones en la ciudad de Santa Fe es la conectividad, que considera en su plan de acción que conectan al transporte, los parques, los paseos, los corredores viales, la infraestructura vial, las comunicaciones y las tecnologías. El plan de movilidad urbana que impulsa la ciudad de Santa Fe contempla cuatro objetivos esenciales: más espacio para el peatón, para los ciclistas, para el transporte público y más espacios verdes.

En este sentido, todos los trabajos que se realizan contemplan cuatro ejes, y un objetivo principal: acordar un Pacto de la Movilidad entre los vecinos y las instituciones de la ciudad, donde todos se comprometan a cambiar muchas costumbres y a transformar las maneras en que se circula optimizando los espacios para que todos estén más cómodos y para que exista menos riesgo al moverse por la ciudad.

Los proyectos del plan de movilidad están orientados a realizar intervenciones diferenciadas según las zonas de la ciudad: renovar y refuncionalizar el micro y macro centro; consolidar las principales avenidas como corredores troncales de circulación, con carriles exclusivos para el transporte público y mejoras en su equipamiento urbano. Además, prevé incorporar tecnologías para resolver algunos problemas, relacionados con la señalización urbana, los senderos seguros hacia escuelas o en la zona de boliches, el control inteligente, la coordinación de semáforos y la resolución de algunos cruces y esquinas conflictivas.

Otra de las grandes metas es mejorar los índices de siniestralidad vial para reducir la cantidad de víctimas fatales en las calles y los heridos por accidentes de tránsito. En este sentido, en mayo de 2016 se presentó el mapa de siniestros viales ocurridos en 2015 en la ciudad. Se trata de una herramienta que sirvió de base al gobierno municipal para generar acciones y políticas tendientes a abordar la problemática de los accidentes de tránsito en la capital provincial, poder intervenir, distinguiendo aquellas situaciones más críticas que tiene la ciudad, por qué se producen, en dónde, y por lo tanto, trabajar para reducir los accidentes.

Medellín, Colombia
La administración Municipal está transformando la ciudad en los muchos aspectos de movilidad, buscando una ciudad que se mueva, con tiempos de viaje adecuados, con una reducción significativa en la accidentalidad, con un transporte público moderno, cómodo, eficiente y económico, e incorporando sistemas inteligentes para la movilidad. Se busca una ciudad incluyente (personas de movilidad reducida) y socialmente responsable (ticket estudiantil, tercera edad, otros) en la movilidad. Medellín entiende la movilidad como mover personas, no vehículos. Busca una movilidad amigable con el medio ambiente y una ciudadanía culturalmente preparada para su comportamiento en la vía, promoviendo la movilidad no motorizada.

Es importante resaltar que la ciudad de Medellín tiene un plan de movilidad basado en un diagnóstico construido con mucha información lo que permitió tomar decisiones precisas y acordar las propuestas iniciales que fueron:
• Propender por un modelo de ciudad basado en el transporte público y movilidad accesible.
• La única manera de disminuir significativamente la accidentalidad y mejorar la movilidad es con tecnología.
• Mejorar la capacidad de control con base en tecnología. 
• Tener una visión integral del problema. Todo está relacionado con todo. La movilidad de la ciudad, aún en sus menores detalles, tiene alto impacto en la percepción ciudadana sobre cómo se gobierna.
• Lograr el uso de combustibles limpios en el transporte público.
• Cambiar la estructura empresarial en el transporte público.
• Lograr una oferta de transporte público cómodo, eficiente, moderno, de buena cobertura, sostenible e incluyente.
• Implementar un sistema inteligente de movilidad para la ciudad.
• Implementar un sistema de información a los usuarios en las vías, además que puedan verlo en sus lugares de trabajo y de vivienda.
• Concientizar para un comportamiento vial adecuado y en contra de la violencia vial.
• Transporte público legalmente constituído.
• Transporte no público organizado y regulado para impactar positivamente en la movilidad.
• Transporte de carga de alto tonelaje sin entrar a la ciudad.
• Estructuras empresariales adecuadas en el sector de transporte.

Además, concretamente, las principales iniciativas llevadas adelante por la alcaldía de Medellín fueron:
• Centro de control integrado del tránsito.
• Sistema de información al ciudadano.
• Depósitos de colectivos y paradores en las rutas de colectivos.
• Sistema de gestión de flota.
• Sistema integrado del transporte público colectivo al Metro y Metroplús.
• Mejora del sistema de control y ampliación de campaña de cultura vial ciudadana para reducir la accidentalidad.
• Restructuración del transporte complementario a los proyectos de movilidad.
• Señalización y semaforización de la ciudad.
• Persecución de la informalidad en el transporte público.
• Desaparición de las cooperativas ilegales de transporte público.
• Modernización tecnológica de los agentes en la calle.
• Recuperación y defensa del espacio público, sin estacionamiento en veredas, andenes, antejardines, zonas duras y zonas verdes.
• Ampliación del programa de parquímetros.
• Fortalecimiento del laboratorio de movilidad.
• Mejora de la atención al público.
• Continuidad y mejora de la cultura de medición.
• Mejora de la cobertura del transporte público.
• Restricción a la circulación.
• Combustible limpio.
• Redes sociales.
• Audiencias de tránsito al día.
• Incremento de la cobertura de comunicaciones en el transporte de taxis.
• Centro logístico de tránsito.
• Sistema de seguimiento de reclamos y sugerencias ciudadanas.

Proyecto ZeEUS
En 2014 arrancó este ambicioso plan en ocho ciudades europeas (Londres, Glasgow, Barcelona, Pilsen, Estocolmo, Münster, Bonn y Cagliari), con el apoyo de diversas empresas e instituciones nacionales e internacionales, como Eurelectric, Volvo, la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña), la Università degli Studi di Roma, Skoda o Endesa.

Con un presupuesto de más de veinte millones de euros, y respaldado por el 7PM (Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico), el proyecto ZeEUS (Zero Emission Urban Bus System) busca como objetivo principal implantar una red de autobuses eléctricos en Europa, y demostrar su viabilidad económica y el favorable impacto social que supondría la proliferación de este tipo de vehículos en los núcleos urbanos.

El plan ZeEUs de Barcelona cuenta con autobuses y puntos de carga rápida, los cuales se encuentran ubicados en las cocheras de la empresa TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona). El sistema utilizado para gestionar los procesos de carga de estos vehículos es realmente innovador: toda esta infraestructura de recarga -desarrollada por Enel- cuenta con contadores inteligentes, y está conectada en tiempo real al sistema de gestión de la movilidad (EMMS), lo que permite a los usuarios de los vehículos eléctricos monitorizar la cantidad exacta de energía que han consumido o buscar –y reservar- una plaza en uno de los puntos de recarga.

Buenos Aires, Argentina
La propuesta de movilidad urbana de la ciudad de Buenos Aires, expresado en el plan de movilidad sustentable, prioriza el transporte público, la movilidad saludable, como andar en bicicleta y caminar y la seguridad vial.

El Metrobús, una iniciativa del Gobierno de la Ciudad, combina colectivos articulados y tradicionales con carriles exclusivos, que buscan disminuir los tiempos de viaje, brindar previsibilidad, comodidad y mejora de la calidad ambiental. A tal fin se construyó una red de metrobuses y centros de trasbordo.

De manera paralela se instrumentó el sistema de Ecobici, que permite usar bicicletas dispuestas en diferentes puntos de la ciudad, de manera gratuita, durante las 24 horas. En el año 2009 se comenzó a construir la red de ciclovías que hoy alcanza los 195 kilómetros. La red fue diseñada para integrar distintos puntos estratégicos de la ciudad como centros de transbordo, universidades, escuelas y hospitales, permitiendo también la interconexión con otros medios de transporte.

La red de ciclovías protegidas es un entramado de carriles exclusivos para bicicletas, resguardado del resto del tránsito vehicular por medio de un separador físico, que conecta los principales centros de trasbordo de la Ciudad. La ciclovía se ubica generalmente en el margen izquierdo de la calle y es de doble mano de circulación. Asimismo, cuenta con señalización vertical, horizontal y táctil, o intervenciones físicas en el pavimento, para disminuir la velocidad.

La movilidad peatonal es especialmente impulsada a través de la transformación de las calles, desalentando el uso del auto y convirtiendo lugares antes destinados a la circulación de vehículos en espacios de convivencia o exclusivas para peatones y bicicletas, produciendo así una regeneración del espacio urbano que permite revitalizar los barrios y reactivar las economías locales. En esa línea, se realizaron mejoras en el Barrio Chino y en el microcentro de la ciudad.

Por último, el plan de movilidad urbana sustentable contempla el plan de seguridad vial que tiene como meta reducir un 30% las víctimas fatales por siniestros viales en la ciudad para el año 2019.

Informe: IC Latinoamérica.

Fuente: web de mercadoyempresas.com

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