lunes, mayo 20, 2024

En 2018 había aproximadamente 117 millones de mujeres ocupadas en América Latina y el Caribe, de las cuales el 66 por ciento se concentraron en tres industrias:(OIT, 2019)

  1. educación y salud,
  2. comercio y
  3. servicios

Las estadísticas de la OIT también confirman una subrepresentación de las mujeres en sectores no tradicionales como construcción y transporte, donde representaron en promedio solamente el 3% y 13% respectivamente, del total de personas ocupadas. Esta baja representación femenina en la industria del transporte ha contribuido a que exista una menor integración de la perspectiva de género en la planificación de los sistemas de transporte. Muchos de los servicios de transporte público en nuestras ciudades no cumplen con los estándares de calidad, seguridad, accesibilidad y asequibilidad requeridas por este grupo de usuarias. Sabemos que el transporte no es neutral en términos de género, que hombres y mujeres tienen patrones de viaje diferentes y que es necesario implementar políticas en favor de la igualdad de género en el sector transporte, empezando por los mercados labores del sector. En este blog les contamos algunos ejemplos de políticas para fomentar la inserción laboral de las mujeres en las diferentes etapas de diseño, construcción y operación de los sistemas de transporte.

Participación femenina el mercado laboral del sector vial: las oportunidades de Uruguay

Un estudio de género realizado por el BID (2018) en Uruguay muestra que la participación de las mujeres es muy baja (6%) en todas las etapas de producción de obras viales, a excepción de la etapa de estudio y elaboración de los proyectos. El análisis además confirma que las mujeres trabajando en el sector vial se desempeñan principalmente en actividades administrativas y no tanto en las tareas de operarias que representan el 85% de los empleos generados por estas industrias. Por otro lado, las pocas mujeres que, sí están trabajando como operarias en las obras, realizan principalmente trabajos de limpieza y como peones de obras y mantenimiento. No se encuentran mujeres realizando oficios más técnicos y mejor remunerados como electricista, soldadura, maquinista, etc. Asimismo, la gran mayoría de las posiciones de dirección y gerenciales son ocupadas por hombres, y solo el 7 % de los profesionales en estas áreas son mujeres.

Estos resultados son contundentes y son un llamado a implementar medidas en favor de la igualdad de género en el mercado laboral del sector vial. Actualmente, el sector vial se encuentra en un proceso de renovación y cambio tecnológico, donde la “fuerza física” es necesaria y relegada sólo para una muestra diminuta de tareas específicas. La profesionalización del sector junto con los cambios tecnológicos abren una ventana de oportunidades para incorporar más mujeres en la fuerza laboral del sector. Para efectivizar estas acciones es necesario desarrollar políticas laborales inclusivas con estrategias específicas e incentivos económicos para una mayor integración de las mujeres en la fuerza laboral de proyectos viales, destacándose como áreas de oportunidad, por ejemplo, las tareas relacionadas con el manejo de maquinaria o topografía.

Cambio en el paradigma

La integración de la perspectiva de género puede realizarse no sólo desde las etapas más tempranas de los proyectos de transporte como la construcción de infraestructura, sino también en la operación de los sistemas de transporte. El estudio realizado por el Transport Gender Lab (2017), “Participación femenina en el mercado laboral de Transporte”, recoge 9 experiencias en distintas ciudades de América Latina demostrando que es posible la participación femenina en todas las etapas de los proyectos y que lo que se requiere es un cambio en el paradigma y la voluntad en la transversalización del enfoque de género.

Santiago de Chile, por ejemplo, ha implementado cursos de conducción profesional para mujeres: una convocatoria para incorporar mujeres con la licencia A3 y aumentar sus oportunidades laborales en el sector; sumado a la incorporación de la categoría mejor conductora en las premiaciones anuales, visibilizando y promoviendo la inclusión de las mujeres dentro de las labores de conducción y operación de los sistemas de transporte público de la ciudad. Como se menciona en el estudio “Género y Transporte: Santiago”, en la ciudad existen también iniciativas como la mesa público-privada “mujeres en la ruta” en donde participan mujeres empresarias vinculadas al transporte creando una red de mujeres líderes.

El sector del transporte está cambiando, con la llegada de nuevas tecnologías y con el reconocimiento de los beneficios asociados a una fuerza laboral más diversa e inclusiva.  Las mujeres pueden aportar tanto en estos factores como en el aumento de la productividad. Las evidencias de las iniciativas que ya se han implementado comprueban que se puede incluir a las mujeres en todas las etapas de un proyecto de transporte y así mismo enriquecer y mejorar la forma en que se planifican y operan los sistemas de transporte.

Fuente; web del BID

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