En la entrada del Parque Nacional de Karkonosze, los árboles crecen más rápido y los ciervos saltan más alto que los canguros. No es de extrañar que este haya sido el lugar elegido para concebir semejante pasada de cabañas.
Cinco cabañas de dos plantas, una piscina de agua natural, un estanque, y alrededor de este paraíso, abetos de 30 metros metros de altura. Idílico pero real. Se trata de un alojamiento pet-friendly ubicado a la entrada del Parque Nacional de Karkonosze en Polonia.
Los anfitriones Ania y Piotrek Grodzki diseñaron cada una de estas cinco cabañas destinadas a familias con dos o tres hijos, con un frontal compuesto por ventanales de suelo a techo que permiten contemplar la piscina y el paisaje natural durante las veinticuatro horas del día.
Pero eso no es todo. Por la mañana, un fabuloso desayuno presentado en una cesta de picnic aguarda a las puertas de cada cabaña. Tras el subidón de energía, los planes disponibles son de lo más variados: desde darse un chapuzón en la piscina, hasta salir a pasear en bicicleta o, ¿por qué no?, disfrutar de la sauna.