Los premios A+Awards, de la revista profesional ‘Architizer’, se salen del tradicional circuito de los estudios más destacados y reconocen aquellos proyectos innovadores y que piensan en sus usuarios, sean grandes o pequeños.
«No estamos aquí para construir para otros arquitectos, estamos aquí para construir para toda la humanidad». La reflexión, del arquitecto danés Bjarke Ingels, entronca con la clase de trabajos que, desde hace 10 años, premian los A+Awards, de la revista profesional Architizer. No verán aquí un despliegue de arquitectura para contemplar pero no habitar, sino ejemplos honestos de innovación, uso de materiales, edificios para vivir y al servicio de las personas a los que van dirigidos. Desde una casa de piedra en Cáceres, hasta un inmenso centro cultural en Taiwán, cuya cubierta se mueve para transformar el espacio según el uso.
Verán también algunos estudios desconocidos para la mayoría que han aplicado la tecnología y la inteligencia en trabajos considerados pequeños, pero que han merecido la atención de los más de 400 expertos en tendencias, arquitectura, sociedad, arte y diseño de todo el mundo que conforma el jurado de los A+Awards. Vistos en su conjunto, permiten hacer una mejor radiografía del estado actual de la arquitectura, de las preocupaciones de los diseñadores de hoy y las solucione spara el mañana. Los ganadores, clasificados por tipología de proyecto, se publican en el anuario de Architizer, The World’s Best Architecture, en colaboración con la editorial Phaidon. Esta es una selección de los mejores trabajos de arquitectura de 2019.
1. Un puente impreso en hormigón 3D
Compuesto de tres partes, la estructura del arco, los pasamanos y los pavimentos, construirlo llevó tan solo 450 horas, lo cual reduce a una tercera parte los costes de un puente de estas características. Para su ejecución, el estudio XWG Arch-Studio empleó un sistema de impresión 3D de hormigón desarrollado por el profesor Xu Weiguo y su equipo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Tsinghua (China). En total, se han empleado 176 unidades huecas de hormigón de fibra de polietileno con varios aditivos, que no requirieron ni encofrado ni barras de refuerzo.Inspirado en el antiguo puente Anji en Zhaoxian, China, este situado en Shanghái adopta la estructura de un solo arco para soportar la carga.
2. Ladrillos inteligentes
Los Brixels, de estudio Breakfast especializado en arte kinético, son unos ladrillos que giran en cualquier dirección y cambian de tamaño controlados desde un software propio. Una tecnología innovadora diseñada para inspirar una nueva era creativa en arte y arquitectura. Pueden actuar como píxeles en obras de arte personalizables a gran escala, fachadas de edificios y una variedad de otras aplicaciones. También pueden mostrar contenido digital, así como responder a los movimientos de los transeúntes. Los «ladrillos» en sí son personalizables en tamaño, forma, material y color, lo que hace que cada instalación sea única.
3. Una galería de muebles con bajo presupuesto
La tecnología promete cambiar las reglas del juego en la arquitectura, pero también hay ejemplos de innovación sin grandes alardes tecnológicos. Es el caso de este showroom de mobiliario del distribuidor local MY DVA, en Brno, en la República Checa, reformado por el estudio de arquitectura Chybik + Kristof. El edificio original no se ajustaba a su función desde el punto de vista formal, y la empresa pidió a los arquitectos un proyecto que reflejara mejor el negocio.
El concepto tiene dos capas: el escaparate interior, un amplio espacio dividido por un conjunto sistemático de cortinas de honda, y el diseño de las instalaciones para el personal, incluyendo oficinas, un almacén e instalaciones técnicas y sanitarias. La nueva carcasa exterior está construida con una estructura de relucientes sillas negras producidas por la empresa. «Al reinventar un elemento simple e icónico del mobiliario interior como componente exterior, los arquitectos transformaron un humilde almacén en una sala de exposición de productos rabiosamente fresca», explica en el prólogo del anuario Paul Keskeys, director de contenidos de Architizer.
4. Casa de piedra en Cáceres
Ubicada en Cáceres, la casa diseñada por Tuñón Arquitectos es un volumen prismático simple con un plano de planta cuadrado y lados de 16 metros, cada uno perforado por tres ventanas. Los tramos de la pared se han construido con piedra de cuarcita local, y las ventanas están enmarcadas con granito extremeño en tonos cálidos.
Rigurosamente definido por sus contornos, el volumen acomoda nueve espacios cúbicos que sirven para diferentes usos domésticos, desde salas de estar y dormitorios hasta la cocina, con los armarios y baños ubicados en el medio. Cada uno de estos espacios comprende dos capas: una inferior revestida con tableros de madera de roble, donde se ubican los servicios de construcción, y un estrato superior formado por hormigón blanco y completamente libre de mantenimiento. Las habitaciones se abren al paisaje exterior a través de grandes ventanas con marcos de roble con proporciones cuadradas. En el centro de la vivienda, una escalera de caracol une los dos niveles.
5. El edificio más feo del mundo
El Ayuntamiento de Boston fue diseñado en los años sesenta por los arquitectos Kallmann, McKinnel y Knowles como una expresión de la apertura y progresismo del gobierno local, y quedó como uno de los mejores ejemplos de arquitectura brutalista del mundo. Sin embargo, las necesidades tecnológicas y de securidad habían convertido el lobby, antaño abierto, en un lugar estrecho y poco acogedor. Durante años, este edificio, uno de los cosistorios arquitectónicamente más importantes de Estados Unidos, pasó a ser conocido como «el edificio más feo del mundo».
El estudio local Utile Inc. lo han devuelto a su mejor expresión brutalista con una serie de intervenciones sutiles –mejoras en la planta principal, el rediseño de las ventanas exteriores y un nuevo esquema de iluminación–, que han transformado drásticamente la presencia física, ideológica y emocional del edificio.
6. Reapropiarse de la calle
El estudio SUP Atelier ha transformado un solar en ruinas en el salón del pueblo de Shangcun, en la región china de Jixi, un lugar comunitario de ocio donde compartir y organizar diferentes actividades, tanto para los locales como para los turistas. Esta aldea de montaña tiene una historia de más de 1.000 años y, donde ahora se ubica el nuevo espacio comunitario, antiguamente se abría el patio de la casa de la familia Gao, en la calle principal.
La solución de diseño se basó en el principio de intervención mínima. Los arquitectos recolectaron viejos ladrillos negros, azulejos negros, piedras y madera del sitio de construcción para crear elementos basados en el diseño original del patio. Las estructuras nuevas se construyeron con el material local: el bambú. Hoy es uno de los pocos espacios públicos en el pueblo, donde aldeanos y visitantes se sientan y debaten sobre los distintos estilos de vida.
7. Can Canyís, una casa-prismático en Mallorca
Ubicada en una ladera empinada y rocosa cubierta de vegetación salvaje local, la casa disfruta de una admirable vista de la bahía local, que asalta al visitante desde que cruza el umbral. El mar es el telón de fondo para cada espacio de la casa. La planta baja alberga los dormitorios en suite, la cocina y el lavadero, con dos dormitorios más en el piso superior.
Para enclavar la casa en el pronunciado desnivel sobre el que se asienta, el estudio de arquitectura Caballero Colón, creó una secuencia de plataformas de piedra. En segundo lugar, apilaron cuatro volúmenes prismáticos que acomodan los principales espacios de vida y enmarcan diferentes secciones del paisaje. Para diluir los límites entre el espacio interior y exterior, diseñaron el cierre, con superficies de vidrio, de los espacios intersticiales entre las cajas y los cimientos de piedra. Por último, jugaron con el posicionamiento libre de los elementos que definen el uso del espacio habitable en la casa.
8. El pabellón ‘transformer’
«Cuando se les da la oportunidad de crear estructuras completamente nuevas», reflexiona Keskeys, «los arquitectos se liberan de las formas lineales tradicionalmente asociadas con el movimiento moderno, creando otras elegantes y fluidas que envuelven el espacio como una manta que se ha quedado congelada». Así podría describirse el Centro Nacional de Artes Kaohsiung, de Mecanoo, y su gran cubierta de techo que se expande y contrae para acomodar su diversidad de programas.
9. Color, juego y tradición
El difícil equilibrio entre progreso y tradición encuentra su punto de balanza en el Centro de Actividades de Xiafu, en Taiwán, muy cerca del templo de Hongfu-Gong. El elemento más interesante del complejo de edificios que forma el templo son sus tejados, llenos de simbolismos sobre la cultura taiwanesa, no solo en las historias sino también en los colores. Con este centro cultural que alberga actividades no solo en su interior, sino también en los exteriores y bajo la cubierta semi cerrada por una columnata arcoiris, Xiafu demuestra esa arquitectura puede cumplir más que solo una función utilitaria. De hecho, puede mejorar y contribuir al desarrollo positivo de una identidad cultural única y las perspectivas individuales posteriores que produce.
En el proyecto, desarrollado por el estudio IMO Architecture, emplazado en Barcelona y Taipei (Taiwán) y JC Cheng +Associates+Architects+Planners, contó con el asesoramiento de Envision Engineering y Ye Jun-Liang Engineering, respectivamente a cargo de ingeniería estructural e ingeniería mecánica, eléctrica y de plomería.
No solo es el primer trabajo en el que ha participado un estudio español que ocupa la portada del anuario de Architizer, además, el Xiafu Activity Center ha ganado ocho premios internacionales de arquitectura.
Fuente: web de El Pais.com