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¿Seguridad en la circulación es posible? ¿Podríamos reducir los accidentes?

Aunque el concepto de Sistema Seguro no es completamente nuevo y tiene sus antecedentes en los de Visión Zero y Seguridad Sostenible que comenzaron a implantarse hace algunos años, se trata de una filosofía de trabajo que está en vigor en la actualidad en la Unión Europea y que representa también el marco conceptual y operativo en España.

Recientemente, Fred Wegman, profesor emérito de la Universidad de Tecnología de Delft (Holanda) y uno de los padres de este planteamiento, hacía referencia a la necesidad de dar solución a un sistema de transporte por carretera que, hoy por hoy, no es inherentemente seguro, dado que no ha sido diseñado con la seguridad como prioridad, como es el caso de otros modos de transporte, sino que depende, en gran medida, de las decisiones personales de sus usuarios.

El Sistema Seguro persigue dar solución a esta enorme y difícilmente gestionable cantidad de grados de libertad, asumiendo que los seres humanos cometen errores, que el cuerpo humano tiene una capacidad física limitada ante un accidente y que existe una responsabilidad compartida entre todos los factores implicados en una situación de riesgo. El Sistema Seguro aboga por un planteamiento proactivo, evitando que se produzcan accidentes y reduciendo sus consecuencias, mediante la actuación sobre todos los factores que entran en juego en el siniestro.

En la Región de América Latina y el Caribe, frente a la grave situación de 130.000 fallecidos cada año en los siniestros viales, la Década de Acción por la Seguridad Vial 2010-2020 de Naciones Unidas, a punto de concluir, debe dar paso a nuevos programas de trabajo que permitan reducir, de una manera sostenida en el tiempo, unas cifras de todo punto inaceptables.

Los esfuerzos de los sectores público y privado, las entidades multilaterales, las organizaciones civiles y otros implicados deben aunarse para conseguir que el cambio de Decenio suponga también un cambio en la tendencia, de manera que, de una vez por todas, consigamos revertir el inasumible número de siniestros que se registran actualmente y su gravedad. En este sentido, proponemos que la década 2020-2030 sea la Década del Sistema Seguro.

Mención especial requiere en la Región el entorno urbano, donde se producen más del 50% de las víctimas, con un fuerte impacto para los usuarios más vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas), y donde, además, es imprescindible tomar en consideración los nuevos modelos de movilidad personal, los cuales, sin duda, están generando nuevas implicaciones en la seguridad.

Y dentro del Sistema Seguro, es preciso destacar como prioritario el papel de la infraestructura. En palabras del profesor Wegman, los principios de seguridad de la carretera son la diferenciación de la funcionalidad de las vías, la homogeneidad de masas y velocidades, la predictibilidad de los diseños y la capacidad del entorno para “perdonar” los errores de los usuarios. No podemos estar más de acuerdo, se trata de principios que deben implantarse a lo largo de todo el ciclo de vida de las carreteras y que, en la fase de operación, no deben descuidarse en absoluto, teniendo en cuenta la importancia de un buen estado de conservación en la seguridad de la circulación.

Fuente: Editorial publicado en el nº 224 de la Revista Carreteras Aecarretera

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