Estamos en el chaco paraguayo. El sol pica en la piel: hay máquinas y obreros y la tierra que se convierte en la futura Ruta de la Leche. Y, en medio de todo esto, está Rossana Mabel Díaz. “Gracias a las obras públicas tengo la oportunidad de trabajar y de llevar el pan a la casa”, dice mientras se seca el sudor a más de 400 kilómetros de sus hijos.
Rossana tiene 34 años y forma parte del grupo de mujeres que se desempeñan en la obra pública en Paraguay.
“Comencé en el año 2020 en una obra en arroyos y esteros como banderillera”, comentó. Tiene 5 hijos y es oriunda de Arroyos y Esteros. “Gracias a mi trabajo pude formarme en Seguridad Industrial, que es el cargo en el que me desempeño en la segunda obra pública que me toca, en el Lote 3 de la Ruta de la Leche, a cargo de la empresa TECSUL, en la zona de la Colonia Paratodo”.
A más de 400 kilómetros de casa, los recuerdos pesan más. “La parte más difícil es extrañar a mis hijos. Pero todo lo que hago servirá para compartir juntos un futuro mejor”, dice optimista desde uno de los proyectos en ejecución más importantes del Chaco paraguayo.
Fuente web del MOPC