Esta hoja artificial es capaz de convertir la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en energía. Los científicos de Cambridge han creado un tipo de hoja artificial que puede flotar en el agua, aprovechando la luz solar por encima y el agua por debajo para producir combustibles con la misma eficacia que la real.
El nuevo diseño se basa en un diseño anterior del equipo de una hoja artificial que utilizaba dos absorbentes de luz de perovskita emparejados con un catalizador de cobalto, y que tomaría agua y dióxido de carbono para producir oxígeno, hidrógeno y monóxido de carbono. Estos dos últimos productos podrían capturarse y utilizarse para fabricar gas sintético (syngas), un ingrediente clave en plásticos, fertilizantes y combustibles como el gasóleo, lo que ayudaría a reducir la huella de CO2 de estos productos.
Pero el diseño anterior era bastante voluminoso, con vidrio grueso y otros materiales que lo convertían en un dispositivo autónomo. Para el nuevo diseño, los investigadores querían adelgazarla, hasta el punto de que fuera lo suficientemente ligera como para flotar en el agua, sin perder su eficacia.
Para ello, el equipo depositó capas absorbentes de luz de perovskita sobre finas capas flexibles de poliéster recubiertas de óxido de indio y estaño, y utilizó un catalizador de platino. A continuación, se cubrieron con materiales ultrafinos a base de carbono que repelen el agua, para proteger los dispositivos contra los daños causados por la humedad.
El resultado final fue una hoja artificial que podía flotar en la superficie del agua y dividirla en hidrógeno y oxígeno o producir los ingredientes del gas de síntesis. El equipo probó los dispositivos en cursos de agua cercanos y demostró que, por gramo, la producción era comparable a la de las hojas naturales: 0,58% de hidrógeno y 0,053% de monóxido de carbono. Estas cifras no parecen gran cosa, pero suponen una gran mejora con respecto a la versión anterior.
Las hojas artificiales flotantes también son escalables, ya que se han realizado pruebas con versiones de 1,7 cm2 hasta 100 cm2, con rendimientos que escalan con ellas. El equipo afirma que los dispositivos podrían utilizarse para generar combustibles más limpios en cualquier lugar donde haya agua, incluidas las vías fluviales contaminadas o el mar abierto.
Vía www.cam.ac.uk
Fuente: web de ecoinventos.com