Desde la época en que los romanos pavimentaron los caminos de una ciudad a otra, las carreteras han sido instrumentos fundamentales para el movimiento de los hombres.
Conquistar territorios desconocidos es, en este sentido, una razón importante para permitirnos construir métodos de movilidad más eficientes y, por qué no, cada vez más creativos y poéticos. Por ejemplo, existen lugares solitarios y llenos de belleza natural por donde se diseñaron caminos y carreteras de forma no convencional que destacan, más allá de su funcionalidad, por el bellísimo panorama que nos comparten. Otras más, encuentran un lugar en el imaginario del viajero debido a sus diseños poco usuales, que dotan a cualquiera de una experiencia maravillosa.
Es el caso de un número de carreteras que hoy en día podrían considerarse las más surreales del planeta; viajar en auto por carretera nunca había será igual a hacerlo en estas singulares carreteras:
Una de las calles más “retorcidas” del mundo y la más famosa de la ciudad de San Francisco. Con una pendiente de 40 grados, esta avenida serpentea entre las casas y edificios de forma abrupta pero ordenada. Abarca desde la Coit Tower hasta el parque Presidio, con un diseño contemporáneo espectacular que evoca un jardín en medio de la urbanidad.
Es una parte de la Carretera Nacional Noruega 63. Cuenta con once curvas de 180° y un 9% de inclinación, lo que la convierte en una de las carreteras más empinadas del planeta y sin duda de las más extraordinarias. Conocida como “la escalera del troll”, su extraño desdoblamiento en medio de la montaña, las nubes y de fondo la cascada Stigfossen, convierten el viaje a través de ella en una de las travesías más impresionantes
Construida en la región desértica y montañosa de la región, se trata de una de las carreteras más caras del mundo: asciende a la montaña del mismo nombre a 1,219 metros, con más de 60 curvas. Imágenes alegóricas acompañan al viajero por esta maravilla que culmina en el hermoso palacio de un jeque árabe.
Se encuentra a 2,750 metros sobre el nivel del mar con 60 curvas, elevándose y descendiendo por la parte oriental de los Andes. Se encuentra abierta solamente entre los meses de junio y septiembre, ya que en invierno es imposible pasar por las nevadas del lugar. Es la segunda carretera asfaltada más elevada de la región, atravesando bosques alpinos con panoramas espectaculares de singular belleza, un paraíso para los fanáticos de las alturas.
Llamada la carretera de nieve, cerca de la ciudad de Toyama, se encuentra esta carretera construida y mantenida con un ingenioso diseño. Debido a que cruza los Alpes japoneses, a 3,000 metros de altura, en invierno las nevadas cubren la carretera con un espesor de hasta 20 metros de altura, por lo que con maquinaria y equipo los trabajadores abren surcos sobre el camino. Esto permite que se forme un camino con paredes gigantescas de hielo, siendo posible avistar este bello panorama ente los meses de abril a noviembre.
Se encuentra en una de las regiones más hermosas de Sudamérica: la Patagonia, en Chile. Atraviesa por varios de los lugares más hermosos y surrealistas del planeta, proporcionándonos una experiencia única. Viajando por esta carretera se puede observar el río Baker o los famosos Glaciares del Fin del Mundo.
Ubicada en las escarpadas montañas de Taihang, encontramos este imponente desafío a la naturaleza. En su construcción varios aldeanos murieron por lo que es llamado el camino de la muerte. Este camino se magnifica por tener un túnel que cruza a través de la montaña, con precipicios que parecieran no tener fondo. Se trata de un espectáculo con experiencias extremas, que invita a vivir la adrenalina de cruzar la inmensidad de su paisaje.
Atravesando el país de las pampas, al sur de la Argentina, se encuentra esta carretera que cruza pueblos mágicos y montañas interminables, bañadas en nevadas que te comparten sensaciones memorables. Pintores y fotógrafos de todo el mundo han encontrado inspiración en este trayecto, ya que recorre lugares vírgenes de poco tráfico humano, pero de una belleza grandiosa.
Es un camino de 5.4 kilómetros de distancia desprendidos a lo largo de la costa Oeste de Noruega. Lo impactante de esta ruta es que se trata de un camino que cruza varias islas de la zona, con un diseño que parece “saltar” de tierra en tierra. Durante la temporada de huracanes en la zona en otoño, la carretera parecería ser una de las más peligrosas y sobre todo surreales puesto que el mar se levanta para empapar a todos los autos que pacen por aquí.