La próxima edición del Congreso Ibero-Latinoamericano del Asfalto (CILA) en su vigésimo tercera edición, que se celebrará en Asunción, Paraguay, del 17 al 21 de noviembre, se perfila como el encuentro técnico más importante del mundo de la pavimentación vial de habla hispana y portuguesa. Pero, si bien la ingeniería y la tecnología serán el foco, la clave para trascender la experticia técnica se encuentra en un elemento a menudo subestimado: la comunicación.

Andrea Peris, Coordinadora de Comunicación Permanente del CILA y de la edición de Paraguay, subraya la doble y crucial función de su área: coordinar las comunicaciones y, más importante, servir de puente entre el rigor técnico y la comprensión pública. En un evento que reunirá a más de 1.000 participantes de más de 22 países, con más de 260 trabajos técnicos, charlas magistrales y una gran exposición vial, la tarea de la comunicación es monumental.

Desafío y Misión: Amplificando el Conocimiento Técnico

El CILA es un foro de alto rigor científico, donde ingenieros, académicos, empresas y organismos públicos debaten los últimos avances en el diseño, construcción y mantenimiento de carreteras. Sin embargo, como señala Peris, «todo lo técnico tiene su lado humano detrás». La misión de la Comisión de Comunicaciones es precisamente esa: «amplificar un poco esos conocimientos técnicos y muchas veces no es tan fácil convertir lo técnico a un lenguaje que puedan entender la gente, la gente normal.»

Este congreso no solo genera hallazgos científicos, sino también aprendizajes y tecnologías que los asistentes aplicarán en sus países. La comunicación eficiente y accesible es lo que garantiza que estos avances repercutan positivamente en la vida de los ciudadanos, mejorando territorios, economías, y generando empleo a través de las obras viales.

Una Estructura Organizacional de Alta Especialización

Para asegurar el éxito de esta magna edición, la Asociación Paraguaya de Carreteras (APC), anfitriona del evento, estructuró una comisión organizadora estratégicamente especializada, dividida en tres pilares fundamentales que demuestran un esfuerzo colaborativo sin precedentes con el Ministerio de Obras Públicas (MOPC) y los gremios de la construcción:

  1. Comisión Técnica: Caracterizada por su rigor científico, selecciona y valida la calidad de las ponencias, asegurando que solo los trabajos más rigurosos y relevantes sean presentados.
  2. Comisión Financiera: Responsable de garantizar la transparencia y eficiencia en la gestión de los recursos.
  3. Comisión de Comunicación: Liderada por Andrea Peris, con la misión de traducir el conocimiento técnico y científico a un lenguaje comprensible, asegurando su amplia difusión y el entendimiento de su impacto social.

Este esfuerzo colaborativo es la base del congreso y reúne a las principales entidades del sector vial, incluyendo a la Asociación Paraguaya de Carreteras (APC) como la gran anfitriona, y a gremios como la Cámara Vial Paraguaya (CVP), la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (CAPACO), la Cámara de Consultores y el Centro Paraguayo de Ingenieros, además del vital apoyo del MOPC. La combinación de la experiencia de figuras clave como el Ing. Balansa, el Ing. Hugo Florentín, y la nueva generación, asegura la transferencia de conocimiento y la continuidad en la innovación.

El Impacto Social de la Ingeniería Vial

La trascendencia del CILA va más allá del intercambio de datos y tecnologías. Los hallazgos y conocimientos técnicos que se comparten son la base para el desarrollo de infraestructura crítica que transforma la realidad de los países. Como mencionó Peris, la construcción de una ruta o un puente tiene un efecto dominó: mejora el territorio, dinamiza la economía y genera una gran cantidad de puestos de trabajo.

La edición del CILA 2025 en Paraguay, declarada de Interés Turístico Nacional, cuenta con la participación activa de la ministra de Obras Públicas, Ing. Claudia Centurión, como presidenta de honor. Esto subraya el compromiso del Estado paraguayo con la creación de infraestructura vial, un pilar esencial para el desarrollo que no solo requiere rutas y puentes, sino también escuelas y hospitales, todos impulsados por las decisiones del Estado y la experticia técnica que se compartirá en el CILA.

En resumen, el CILA 2025 en Asunción será un vibrante centro de innovación y debate científico. Pero su éxito final, y su impacto duradero, dependerá de la labor de la Comisión de Comunicación. La mejor ingeniería no solo reside en la excelencia técnica del asfalto, sino también en la capacidad de comunicar su valor y su impacto social, transformando la ciencia vial en bienestar ciudadano.

Conocé más info en www.cilaocongreso.com

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