Un paseo por los nuevos nodos de articulación global que se tejen en los centros históricos y comerciales de megaurbes y ciudades de Latinoamérica
En todas las grandes ciudades de América Latina existen avenidas, vías o corredores que tienen un peso gravitante, inicialmente con la función de integración de los espacios y hoy, de conformación de nodos urbanos de articulación global. En las siguientes líneas vamos a ahondar en su formación y a desgranar cómo funcionan y el peso que tienen para la economía.
Con la consolidación del proceso de globalización, las metrópolis viven cambios en su configuración socio-territorial, provenientes de su lógica macroeconómica. Si antes las definía el sector secundario, ahora lo hace el sector terciario, bajo dos momentos:
- El primero, desde los servicios a la producción, distribución, recreación y consumo;
- El segundo, desde el terciario superior, vinculado a la ciencia, el conocimiento y la alta formación, inscritos en una economía que genera una ocupación fragmentada del territorio, a la manera de una urbanización —no de ciudad— sino de región, la cual provoca la existencia de múltiples centralidades y periferias que demandan nuevas modos de movilidad y nuevas vías que conforman nodos globales.
Este proceso se constata, por ejemplo, en cinco ejes viales de las cinco ciudades más grandes de la región, independientemente de la diferencia que tengan en la longitud, sea extensa como la Carrera Séptima en Bogotá (de 24 kilómetros) o corta, como la Avenida Paulista en Sao Paulo (de 3 kilómetros); que sea una vía expresa bajo superficie como el Paseo de la República en Lima o sobre superficie como Corrientes en Buenos Aires o muy ancha como el Paseo de la Reforma en Ciudad de México. Veamos cada caso particular:
El Paseo de la Reforma en Ciudad de México, urbe con 22 millones de habitantes, tiene una longitud de 15 Kilómetros que va desde Santa Fe —nodo global— hasta Tepito —mercado popular—, pasando por el centro histórico y la zona turística, comercial y financiera, donde se ubican los edificios más altos, con helipuertos de conexión. Es un espacio de manifestaciones sociales, deportivas, políticas y culturales con alto simbolismo, donde están los monumentos al Ángel, Cuauhtémoc, Colón y otros, que configuran glorietas como nodos viales. Además es la ruta subterránea del Metro, la superficial del Metro Bus y de la bicicleta pública.
Avenida Paulista en Sao Paulo, megaurbe de 21 millones de habitantes, no es una de las más largas (3 kilómetros) pero si es muy importante: allí se ubican el mayor centro financiero de Latinoamérica y una alta densidad de actividad comercial, cultural, consular, turística y residencial, tanto que en la Avenida viven más de 200 mil personas. En los costados de la Avenida se tienen los llamados espigones, que son los edificios de mayor altura promedio de la ciudad, que para mejorar la accesibilidad tienen helipuertos y bajo superficie el Metro para demandas masivas.
Avenida Corriente en Buenos Aires, otra megaurbe de 16 millones de habitantes, articula la zona financiera y comercial de Puerto Madero (nodo global) con Avenida 9 de Julio, el centro comercial Abasto y el Cementerio Chacarita. Corrientes es un eje financiero, administrativo, comercial, cultural y de entretenimiento mundial considera «la calle que nunca duerme». Por allí transitó el primer tren de argentina y el tranvía, y ahora lo hacen 35 líneas de colectivos, dos estaciones de tren y 17 estaciones del Subte.
Paseo de la República en Lima, con 10 millones de habitantes, es una vía confinada bajo superficie, que demanda una accesibilidad en más de 20 intersecciones y por donde transita el Metropolitano con 14 estaciones, conformando una secuencia de micro centralidades. Recorre 7 distritos, desde el norte en la Plaza Grau y el Centro Cívico, hasta el sur en la Avenida República de Panamá y el circuito de Playas Costa Verde. En su trayecto se ubican terminales de transporte interprovincial, zona financiera, administración pública y privada, plazas, parques y un Estadio Nacional de influencia regional.
Carrera Séptima en Bogotá, urbe de 9 millones de habitantes, recorre la ciudad de norte a sur con una longitud de 24 kilómetros. Es la más importante en términos históricos, pues nace en el centro histórico; culturales, por la presencia de museos y teatros; educativos, por sus universidades y colegios; políticos por la presencia del Palacio de Nariño o el de Justicia; sociales, por las Iglesias o las plazas y parques como el Santander o el Chicó); económicos, por los centros financieros y empresariales, o los centros comerciales como la Hacienda Santa Bárbara; y de salud, por el Hospital Simón Bolívar. La alcaldía de Bogotá diseña su renovación con el proyecto «Nueva Séptima«, que incluye una vía de Transmilenio y la recuperación del espacio público.
¿Qué elementos en común tienen estos ejes viales?
- Su funcionalidad es plural; son corredores para movilidad, accesibilidad y también para el emplazamiento de las funciones centrales que configuran una centralidad longitudinal de ámbito global, donde «el norte de las ciudades del Sur se articula con las ciudades del Norte» (Sassen). Esta vinculación introduce la variable interurbana en la segregación, por encima de la intraurbana.
- Estas arterias concentran buena parte de la oferta de trabajo y la mayor riqueza de cada ciudad, pues en ella confluyen el comercio, la banca, las universidades, los hoteles, restaurantes, teatros, administración y las oficinas de empresas como IBM, GOOGLE, YAHOO o UBER. Es el espacio principal del capital inmobiliario, que se apoya en la tesis de la ciudad compacta, generando gentrificación.
- Estos corredores viales son espacios públicos que generan dos tipos de ensambles: primero, de las actividades terciarias de alcance global, que demandan alta accesibilidad tecnológica. Y segundo, el acoplamiento de las infraestructuras de la ciudad: energía eléctrica, agua potable, residuos sólidos y líquidos, movilidad y telefonía; produciendo un hecho único: varias infraestructuras ocupan al mismo tiempo el mismo espacio, conformando una red de redes.
- La renovación de estos ejes se originó en la iniciativa pública, pero en niveles de gobierno distintos: en Santiago-Chile la Avenida Bernardo O´Higigns fue nacional, la Avenida Paulista del Estado de San Pablo y la Carrera Séptima municipal.
- Fueron diseñadas para el automóvil y luego se adaptaron a las modalidades del transporte de punta, hasta llegar al momento actual donde aparecen BRTs, metros, helicópteros y otras formas de transporte no motorizado.
Fernando Carrión Mena es académico de FLACSO-Ecuador, con más de 1.000 artículos periodísticos, 200 académicos y 37 libros. Su último se denomina “La política en la violencia y lo político en la seguridad”, Ed. IDRC-Canadá. Su obra se puede consultar en: https://works.bepress.com/fernando_carrion/
Fuente web de elespañol.com