En Roma, en dos tramos del carril bici, precisamente en via del Campo Boario y en via Nicola Zabaglia, se ha probado tecnología verde e innovadora que respeta los principios de la economía circular, dando nueva vida al asfalto, recuperando el 100% de los antiguos suelos derribados.
De esta forma, se garantiza la reducción de los impactos ambientales relacionados con el transporte y un ahorro energético de casi el 100% en la preparación de materiales y en la ejecución de las obras.
Otra ventaja no menos importante se refiere a la mejora de las condiciones de trabajo de quienes instalan el nuevo pavimento vial y de los vecinos de las zonas adyacentes a la obra: a diferencia del asfalto tradicional, no debe ser tratado a temperaturas de «horno» (160-180 grados) pero se puede procesar a temperatura ambiente ya que es una tecnología «fría».
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Fuente web de Ithermica.com