5 tecnologías que transformarán nuestras vidas

  • La tecnología se está desarrollando rápidamente y las innovaciones que antes eran material de ciencia ficción son ahora una realidad cotidiana.
  • La inteligencia artificial, la realidad virtual, la edición de genes, la cadena de bloques y la nanotecnología son las cinco tecnologías fundamentales que transformarán nuestras vidas.
  • Estas tecnologías afectarán todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde el aprendizaje hasta la prevención de enfermedades.

La velocidad y la escala de los cambios impulsados por la tecnología en los últimos 20 años son alucinantes. Hemos dado forma a un mundo en el que la información se mueve a la velocidad del rayo a un coste casi nulo hasta los rincones más alejados de la tierra. Esto hace posible la conexión y la colaboración a una escala que antes se consideraba ciencia ficción.

Hemos desarrollado tecnologías, como las vacunas de ARNm y los cohetes espaciales reutilizables, que nos permiten afrontar retos que van desde la lucha contra los coronavirus hasta la colonización de Marte. Aunque estos cambios son realmente asombrosos, hay cinco tecnologías fundamentales que probablemente nos impulsen a un mundo parecido al que se representa en las películas.

1. Inteligencia Artificial (IA)

Mientras que Internet es la base de la distribución de la información, la IA es la base del aprendizaje. Aprovechando la IA, los dispositivos inteligentes tienen la capacidad de supervisar, recopilar y procesar los datos pertinentes y utilizar la inteligencia aprendida para tomar decisiones y hacer descubrimientos óptimos a velocidades vertiginosas que superan la mayoría de las capacidades humanas. Al igual que Internet, que en menos de 25 años se ha convertido en una parte integral de la mayoría de los sectores, desde la alimentación hasta las finanzas, las capacidades de la IA podrían impregnar y transformar todos los sectores. Los coches autodirigidos basados en la IA son familiares y fáciles de conocer.

Sin embargo, en el horizonte se vislumbran aplicaciones completamente diferentes impulsadas por la IA. Existe, por ejemplo, una herramienta de IA que analiza las expresiones faciales y los cambios hormonales y otros cambios biológicos de los estudiantes en un aula para identificar los intereses que flaquean y recomendar intervenciones. Las máquinas dotadas de IA podrían incorporarse a la mano de obra sanitaria y desempeñar un papel activo en el diagnóstico y el tratamiento. AlphaGo de Google, un programa de bajo coste que aprendió a jugar al complejo juego «Go» por sí solo, es un testimonio del ritmo al que la IA puede aprender y vencer incluso a los mejores jugadores del mundo.

2. Realidad virtual (RV)

Experimentamos el mundo y conocemos nuestra realidad a través de nuestros cinco sentidos y nuestra percepción de la realidad puede verse alterada por la información que reciben nuestros sentidos. La RV crea una puerta de entrada a un mundo en el que nuestros sentidos pueden recibir una versión de la realidad que no es real, sino percibida. La RV ha tenido y seguirá teniendo un gran impacto en una amplia gama de campos, desde el desarrollo de habilidades hasta la cirugía y los juegos. Los simuladores de vuelo son habituales hoy en día y ofrecen opciones de bajo riesgo (sin accidentes), rentables y respetuosas con el clima (sin emisiones de carbono del combustible de los aviones) para que los pilotos adquieran una habilidad fundamental.

Mediante la terapia de exposición a la realidad virtual (VRET), los pacientes con trastorno de estrés postraumático (TEPT) pueden situarse en una recreación de su evento traumático para ayudarles a desarrollar mecanismos de afrontamiento. Además, imagina que un cirujano pueda operar en una simulación específica de un paciente (un tumor complejo en un lugar de difícil acceso) antes de la operación en vivo o que los niños de zonas remotas experimenten la Gran Barrera de Coral y aprendan sobre la importancia de los arrecifes de coral. Las posibilidades son infinitas.

3. Tecnologías de edición de genes

CRISPR, un par de tijeras moleculares que pueden editar o alterar con precisión una secuencia de ADN objetivo, se ha mostrado prometedor. Se descubrió en el sistema inmunitario bacteriano, donde corta el ADN de los virus que invaden nuestro cuerpo. Aunque se encuentra en sus primeras fases, CRISPR ofrece la posibilidad de frustrar una serie de enfermedades genéticas, como el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas y los trastornos sanguíneos. Recientemente se ha utilizado como herramienta terapéutica y de diagnóstico del coronavirus. Incluso tiene el potencial de crear cultivos resistentes a las enfermedades y a la sequía y fabricar biocombustibles a escala para combatir la crisis climática. En definitiva, la edición de genes podría ser la clave del santo grial: pasar por fin del diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades a su prevención.

4. Blockchain

La cadena de bloques es un libro de contabilidad público y distribuido que no está controlado por ninguna persona o entidad. Aunque la aplicación más conocida, aunque menos comprendida, que aprovecha la cadena de bloques es la criptomoneda, la cadena de bloques tiene el potencial de remodelar todo, desde los sistemas políticos (votaciones) hasta los económicos (monedas digitales y contratos inteligentes). Los contratos inteligentes (acuerdos programáticos entre dos partes) construidos sobre blockchain hacen que sea más rápido, menos costoso y eficiente para los prestamistas desencadenar automáticamente acciones, tales como llamadas de margen, liberación de colaterales o bloqueo de coches (usando IoT) cuando un pago de coche no se hace a tiempo. En el contexto político actual, las cadenas de bloques pueden garantizar que solo puedan votar las personas con derecho a hacerlo, que los votos no puedan ser manipulados y que la votación se realice de forma segura a través de un smartphone.

5. Nanotecnología

La nanotecnología permite manipular la materia a escala casi atómica para producir nuevas estructuras y materiales. Tiene el potencial de afectar a un amplio abanico de industrias, desde la sanitaria hasta la manufacturera. En el ámbito de la ciencia de los alimentos, los nanosensores en los envases pueden ayudar a detectar contaminaciones de tipo salmonela. Una de las mayores oportunidades se encuentra en el ámbito de la administración selectiva de fármacos y la atención sanitaria. En un futuro no muy lejano, podríamos tratar el cáncer dirigiéndonos sólo a las células no sanas y estimular el crecimiento de las células nerviosas mediante nanofibras para regenerar los nervios espinales dañados. Los filtros nanoestructurados también pueden eliminar los virus y otras impurezas del agua, creando abundante agua potable, un reto insuperable durante siglos.

Imagine un mundo en el que los recién nacidos son inmunes al cáncer y a otras enfermedades crónicas (edición de genes). A medida que crecen en el sistema escolar, tienen acceso ilimitado al conocimiento y al desarrollo de habilidades desde cualquier lugar del planeta (RV). Tienen dispositivos inteligentes impulsados por la IA. Los coches autoconducidos se comunican entre sí y evitan los atascos, al tiempo que los transportan de forma segura, y las soluciones «health-in-a-box» leen sus cuerpos a través de muestras diarias de saliva. Las capacidades de administración de fármacos específicos y los nanobots mantienen sus cuerpos inmaculados, incluida la limpieza de la placa arterial con nanotecnología. Sus casas tienen infraestructuras autorreparables. Pueden votar desde cualquier lugar, enviar dinero a cualquier persona del planeta con solo pulsar un botón y recibir un pago automático a medida que su contenido creativo no fungible se utiliza, se comparte y se comercializa a través de la cadena de bloques.

Este nuevo mundo requerirá nuevos enfoques y mentalidades para evitar que estas tecnologías se conviertan en algo extraño. Deben establecerse controles y equilibrios, en forma de ética y regulaciones, a medida que estas tecnologías se arraigan. Trabajemos de forma proactiva para integrar a los seres humanos y a las tecnologías, no sólo para superar los retos de las enfermedades y el desarrollo, sino también para crear un mundo mejor y más equitativo. Trabajando juntos, podemos dar forma proactiva a estas tecnologías para el bien común.

Fuente web de weforum .com

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